LA NAVIDAD EN CORONGO

Corrían los años 50, nuestra niñez era libre, alegre, juguetona y no muy cristiana que digamos, pero la llegada de los meses de noviembre nos sorprendía gratamente, porque empezaban en parte de arriba a ensayar las pastorcitas, ángeles, negritos, el diablo, el abuelo, etc., en la casa de don Humberto Malpica y en parte de abajo en la casa de don Manuel Moreno, el sacristán de la iglesia. En un par de meses todo quedaba listo para las competencias de los barrios en las festividades de Navidad y los Reyes Magos.

La Navidad coronguina tal como la conocimos se inició a principios de del siglo XX, cuando el cura de la época introdujo esta festividad, que parece se celebraba también en otras partes, tal es así que la gente de Cerro de Pasco se identificaba con nuestra fiesta por la similitud en la fiesta y la música.

Los niños esperábamos la Noche Buena para comer bizcocho, con el delicioso chocolate con leche caliente, otros preparaban los ricos buñuelos llamados caquita del niño Manuelito. Luego de la Misa del Gallo, nos íbamos a dormir felices dejando nuestros zapatos bien posicionados debajo de la cama; porque sabíamos que Papa Noel nos iba colocar un regalo dentro de ellos.

El día de navidad en casa ya estaba listo el pesebre con lindos animalitos, los Reyes Magos, San José, La Virgen María y el lugar preparado para la llegada del niño. Igualmente en la iglesia ya estaba todo listo para las festividades. Mientras tanto las pastorcitas bellamente vestidas cantaban y bailaban por las calles, acompañadas por los muchachos disfrazados de negritos, de diablos, de ancianos sordos. Las tres chicas más bonitas iban delante del grupo disfrazadas de ángeles. Los músicos eran sólo dos personas un flautista y un ejecutante del redoblante.

Mi amigo “Yucyuc” Mauricio de Malambo tocaba divinamente la flauta de carrizo ejecutada en posición traversa. Esta flauta llamada kinrapa desapareció de esta fiesta para dar paso a la quena, que empezó a tocarse a partir de los años 70. Las letras de la música y los parlamentos de todos los personajes felizmente han sido celosamente guardados por los curiosos y dio mucho gusto escuchar y recrear toda esta belleza en Lima gracias a la Asociación Tierra Madre dirigida por Yadi y Mariela Collazos y últimamente gracias a la actuación en Huachipa del Centro Musical Corongo. Vale oro este esfuerzo.

La pelea entre los negritos de los barrios era todo un espectáculo, primero para ganar la posición de entrar primero en la iglesia y la otra de simple rivalidad natural entre los barrios. En Corongo desde épocas de la colonia los barrios se enfrentaban primero en la competencia de baile y danza, luego a la fuerza bruta de que barrio era el mas fuerte en las peleas a trompadas, cabezazos y puntapiés. No era nada religioso; pero hay que aceptarlo era parte de toda las festividades de competencia; que con el correr de los tiempos fue desapareciendo.

En Corongo no se conocían los panetones ni se pretendían grandes regalos. El mejor regalo era la fiesta de los negritos, las pastorcitas, los ángeles, el diablo, el abuelo sordo y sus nietos; luego la teatralización del nacimiento, la adoración del niño, los Reyes Magos, Herodes. Las chuscadas de navidad eran preciosas y sólo hace poco supe que tenían letras, gracias al trabajo de mi tío Pepe Garay y mi hermano Frank en su último CD. (Aquí la pista "Chuscadas navideñas coronguinas")

boomp3.com

Era todo un gran espectáculo en un bello pueblo andino con mucho arte y cariño absoluto a sus creencias e identidad.

¡Feliz Navidad shé!

Artículo escrito por Gilbert Collazos Garay

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1 Comments

  1. Que hermoso recuerdo!!! la verdad me ha hecho rememorar tiempos idos que ya no volveran, matizadas con las hermosas melodias navideñas de Frank Collazos. Muy buena Gilbert, nos haces revivir.

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