DE DIESEL Y GASOLINA

Estamos en Corongo terminando esos años 70’s que llevamos como si fuera un tatuaje muchos de nosotros y la voz grave y a la vez lejana de Iván Márquez con esa irritante lluvia de fondo que a veces hace que desaparezca por completo la señal, nos anuncia la Mas Mas de Panamericana Radio. Muchos metros de cable choreados de la tienda del tío Pepe y todo un fin de semana de arduo trabajo para instalar una artesanal antena que capte las débiles e imperceptibles ondas de esa radio limeña ha hecho que Tito y yo nos sentemos por fin a escuchar el acontecimiento del año.

De lo que alcanzamos a escuchar (o entender?): La 5ta. Mas Mas es un Michael Jackson pre-predador todavía mas mulato que blanco que se desgañita con Beat it, la 4ta Mas Mas es Rod Stewart con su no se qué; un puesto mas arriba en la numero 3 se posiciona (palabreja favorita del locutor) Chic con Le Freak y ya estamos eufóricos, la 2da. Mas Mas es… es… tamare!, nunca lo supimos! La señal se fue del aire, pero nos consolamos creyendo que fue Donna Summer y su Bad Girl. Ademas de las interferencias de rato en rato nos distrae a lo lejos persiste e insistente la flauta que toca Huishi (A veces ya jode) con su Señora Santana de los negritos de Diciembre pero nadie nos despega la oreja del partante. Y por fin My Sharona de The Knack suena casi nítido como la Mas Mas de 1979, que fue también Mas lluvia, Mas interferencia, Mas angustia y hasta Mas riesgo pues insistíamos en reorientar la jodida antena una y otra vez situada en el techo, adonde llegábamos después quebrar cientos de tejas sobre el terrado de la casa de Pergash. Por esos años también, Alain, Absi y Pepe Panka nos espantaban como a chanchos tirándonos caca de burro cuando como las ratas que seguían a Hamelin del cuento los seguíamos a Cochapampa para escuchar en un inmenso tocadiscos verde “prestado” de Rampuchcu Don’t brake my Heart de Elthon Jhon.

Esta es la imagen que tengo: Alain cargaba un parlante, Absi el tocadisco y Panka el otro parlante y uno que otro incondicional ayayero (que no teniamos el honor de ser nosotros) ayudaba con las pilas y los discos también. Un secreto: Tito y el que escribe (me avergüenza hasta de escribir mi nombre esperanzado en pasar desapercibido) también tuvimos nuestros tiempos suaves por decir lo menos, nuestro bajón como quien dice. Un buen día descubrí que Pergash escuchaba en secreto el cursi Se mi lasci non vale de Julio Iglesias (yo juro que hasta se agarraba su barriga como lo hacia el cantante) ahora él para compartir la vergüenza me acusa de tararear Voy a perder la cabeza por tu amor del gran
Puma (perdón, eso de Gran me salió del alma)…

Años maravillosos como la serie de televisión, siempre estuvimos tras esa segunda (o primera?) cultura. Somos una especie de híbridos desde niños, somos de diesel y de gasolina a la vez, salimos así, nadie nos educo para eso, a veces dudo si es una especie de virtud pues no somos ni lo uno ni lo otro a plenitud. Disfrutamos y sentimos un concierto de Queen , REM o Andrea Bocelli, en cualquiera de sus formas, en vivo, CD, DVD o Mp3 y nos emociona y sentimos en el alma y hasta moqueamos con un buen huayno huaynazo o huaynito también en cualquiera de sus formas, los coronguinos, los huarasinos o los del sur (en Cassettes o CD pirata), o como no sentir con los huaynos de Transportes Andía con Pascualito y su polio al volante (y a los frenos!).

Pertenecemos a esos 2 mundos pero seguro que no iríamos a un concierto en primera fila del Chato Grados ni de Sonia Morales Sonia Morales Sonia Morales. Estamos en ambos lados por suerte o por desgracia?. Somos cevicheros y cuyeros a rajatabla. Amo a una mujer clara como en la canción de Silvio Rodríguez, pero no dejo de imaginarme como sería un buen revolcón con una flaca de New Victory esas Shenshashonas de la nueva generación. Podemos disfrutar de un día de paseo (picnic?) con las care’Diablo a Tapca así como podemos viajar y retozar en lugares lejanos y playas exóticas.

En mi caso, me encanta la amistad incondicional e inmerecida por cierto que me brinda Gallito de Malambo pero saco pecho cuando el presidente Uribe de Colombia se desvía para tenderme la mano en medio de una nube de periodistas (“Como me le va Jose”). Puteo cuando no encuentro boletos aéreos en primera clase, pero como disfruto no poder respirar (ni ver) por los kilos de polvo que entran por mi nariz en pleno Cañon del Pato rumbo a la fiesta de Junio. Como sea, bueno o malo, o sin querer o queriendo creo que ser hibrido es hereditario. Diego mi hijo que tiene por cara solo 2 grandes ojos, es fanático (fa-ná-ti-co) del Che Guevara, pero con la misma pasión también es hincha (hin-cha) del Presidente Bush (¡Cojones!). Thalia mi adolescente y enigmática hija sueña con vivir entre los rascacielos de New York, pero tiene una fijación por Haití, el país mas pobre del continente, del que escribe artículos y canta en Creole desde los 8 años.

Hoy, mientras escribo estas líneas, escucho a Margot Palomino en mi iPod mientras viajo en una Guagua con 40 periodistas rumbo a Cienfuegos en el centro de Cuba, estoy preparándome mentalmente para meterme 5 horas de discurso de Chávez de Venezuela de visita en la isla. A todo volumen en este mismo bus, escuchamos a los VanVan con su salsa dura, en medio de un calor que raja las piedras afuera tan alejado en el tiempo de esos años maravillosos pero tan cercanos en mis pensamientos y en mis sentimientos que solo se interrumpe de rato en rato con los letreros donde un Fidel Castro nos recuerda que “Vamos Bien”. Si claro, vamos bien.

Jose Armijo Gonzales

Cienfuegos, Cuba 22 de Diciembre de 2007