ARTICULO PUBLICADO EN "EL PERUANO"


Es una de las pocas danzas prehispánicas que ha sobrevivido en el tiempo conservando algunos elementos de sus inicios. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura.

ESCRIBE: JESÚS RAYMUNDO TAIPE

Acompañadas por la roncadora, instrumento compuesto por una flauta de pico y un tambor, las pallas comparten con su pueblo mensajes de paz.

Ellas son recibidas con algarabía por los pobladores de Corongo (Áncash) porque suelen bendecir las cosechas. Su figura se enaltece sobre todo en la festividad que se realiza en homenaje al patrón San Pedro, en que acompañan al juez de aguas, autoridad local que administra la repartición del agua de regadío.

Aunque se tiene noticias de su existencia desde épocas prehispánicas, las pallas de Corongo se han mantenido firmes al paso del tiempo, incluso sin perder elementos autóctonos. "La palla coronguina es típica en la zona de Conchucos, donde su imagen reafirma el sentido de pertenencia de la población ancashina por su representatividad musical, la belleza de su atuendo típico y su mensaje de conciliación", afirma la investigadora cultural July Sánchez Fuentes.

La responsable del Centro de Documentación y Archivo Audiovisual de la Dirección de Investigación de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas indica que la danza de las pallas se encuentra inmersa en un contexto ritual-religioso. Cada 29 de junio evoca a quienes con esfuerzo y amor por la tierra han permitido que hoy se conozca la dimensión de su riqueza cultural.


VALOR HISTÓRICO

Sobre los orígenes históricos de la danza aún no se ha dicho la última palabra. Los escasos estudios se han preocupado por describir las secuencias y el vestuario, así como informar sobre su representación en las fiestas y el contexto social en que se representa. El antropólogo Amílcar Hijar Hidalgo, director de Investigación de la Escuela Nacional Superior de Folklore José María Arguedas, señala que se han descuidado las explicaciones o comparaciones con rigor científico.

Guaman Poma de Ayala describió que las pallas eran mujeres seleccionadas de diversos grupos étnicos para que se encargaran de recoger las piedras de los caminos por donde el Inca transitaba. Otra de sus funciones era arrancar las mejores flores de los campos para colocarlas en el Camino Inca. Durante su trayecto, sus mujeres e hijas se encargaban de recibir al Inca con flores y danzas.

Por eso, el término palla encuentra sus orígenes en la voz quechua 'pallay' o 'pañay', que en español significa 'recoger'. La acepción se ha extendido en el país. En el norte peruano se denomina palladores a quienes se encargan de acopiar algodón. Y en el sur de Lima se denomina pañadoras a las mujeres que se dedican a recoger los racimos de uvas o de otros frutos de temporada.

Hijar Hidalgo destaca que la imaginación popular y el deseo de diversos autores de resaltar el sentimiento local han propuesto singulares explicaciones a través de la literatura oral. Hay historias de pallas que salvan a sus pueblos ante la amenaza de los españoles en la época de la Colonia, o pallas que imitan a las palomas, o de quienes representan el movimiento de las aguas. Incluso, las relacionan con ritos andinos dedicados a la siembra y la cosecha.

NUEVOS HALLAZGOS

En un contexto en que las culturas nativas empiezan a desaparecer, la Dirección de Investigación de la Escuela Superior Nacional de Folklore José María Arguedas ha producido el documental Valor histórico de una tradición. Las pallas de Corongo, Áncash. El propósito es conservar un archivo etnográfico audiovisual sobre una danza que el Instituto Nacional de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación.

Recoge testimonios y manifestaciones de pobladores y cultores de la zona de Corongo que narran la evolución de la danza hasta la actualidad y el esfuerzo que realizan por mantener viva su cultura y raíces. El trabajo muestra los antecedentes históricos y el contexto cultural; el sincretismo y su incorporación en el santoral cristiano; la evolución de pasos, desplazamientos y vestimenta; y el acompañamiento musical.

Sánchez Fuentes manifiesta que antes se bailaba con movimientos acompasados y libres, pero hoy los movimientos colectivos se ordenan de manera sincronizada. Además, la indumentaria se ha recargado en bordados, desatendiendo sus simbologías. Por su parte, las agrupaciones que lo representan en la capital influyen negativamente por las variaciones antojadizas que realizan.

En este sentido, este documento audiovisual es valioso, pues aporta a su preservación.

LA PALLA CORONGUINA ES TÍPICA EN LA ZONA DE CONCHUCOS,
DONDE SU IMAGEN REAFIRMA EL SENTIDO DE PERTENENCIA DE LA
POBLACIÓN ANCASHINA POR SU REPRESENTATIVIDAD MUSICAL, LA
BELLEZA DE SU ATUENDO TÍPICO Y SU MENSAJE DE CONCILIACIÓN.

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1 Comments

  1. Que belleza de foto, "cuanto puede trasmitir una foto bien tomada", felicitaciones al fotografo....

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