Miembra

Se había elegido la junta directiva del aula para el último año del Colegio, bajo la tutela de nuestra querida profesora Jesús Roldan y en agenda estaban los preparativos de la promoción 1,970.

Como una de las elegidas había salido Mañuca Armijo, después de las felicitaciones respectivas se me ocurre susurrarle al oído: Mañuca eres ¡miembra! Le digo y mi buena amiga comienza a gritar: ¡Señorita! ¡Señorita! ¡Señorita! Samuel dice que soy su hembra ¡señorita!!! 

 Me acusa para regocijo y carcajadas de todo el salón.

Recordar que a esa edad todo era felicidad e ilusión Tampoco era un santo o… ¿sí?


Por: Samuel Nieves Reyes

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