Historia de adolescentes

 Manzueto preocupado por las siembras de papas en las chacras de Acobamba y Ato que ya deben de estar para la cosecha decide mandar a Raúl a que le traiga una muestra para tomar la decisión del día que cosecharan si estas se encontraban ya listas para el consumo. Llama a Raúl y le da las instrucciones para que el sábado siguiente tendría que hacer el viaje a las chacras que se encuentran en las alturas del camino que va a Llapo y le dice:

- Quiero que traigas el caballo y tres burros el viernes que están en la chacra de Pariacon para el corral de la casa y lo prepares pues tienes que madrugar a  Ato y Rayan, ya le mande avisar a Crecencio Sáenz que tú vas a ir por tres sacos de papas.

Raúl que tenía otros planes para el fin de semana con los amigos, no le quedó otra que escuchar las instrucciones que le daba su Papá y se dijo:

- Carajo ya me malogró el fin de semana, que digo para no ir, no se me ocurre nada, se iba pensando caminando sin dirección cuando de improviso ve que venía hacia la plaza su inseparable amigo Chuyuk (Aurelio Castillo) y le comenta la orden recibida:

- mira lo que se le ha ocurrido a mi viejo quiere que vaya a la puna a traer tres sacos de papas el sábado.
- no jodas, le responde Chuyuk y pregunta y ¿a que hora vas a tener que salir?
- tengo que madrugar le contesta
- bueno no te hagas problemas yo te acompaño le dice pero con una condición para pasarla bacán
- ¿y cuál es?
- que llevemos trago para el camino
- ¡no se me había ocurrido! Tú siempre con salidas sabias ¡carajo! ¿Pero dinero para comprar?
- no tenemos que comprar nada le responde ¿A qué hora vamos a partir?
- a las cuatro de la mañana
- bien entonces lo que tenemos que hacer es que te levantes a las 3 de la mañana, agarres la llave de la tienda de Manzueto y te aprovisiones del trago ¿no te parece solucionado el problema?
- ¡claro todo bien! Entonces ese va a ser el “plan puna”, de ese día contesta.

 Llegado el día viernes comienzan a ponerse de acuerdo, quedando que Chuyok tendría que ir a la casa de Raúl a las 3 de la mañana para despertarlo e iniciar el plan preparado.

 Raúl no pudo concebir el sueño esa noche pues el dormía en el segundo piso encima del dormitorio de su Papá, el piso de su cuarto era de madera y el andar sobre ella se sentía los pasos en el cuarto de abajo para remate tenia algunos tablones sueltos que crujían cuando lo pisaban y no había tomado en cuenta estos detalles por eso su preocupación, cuando entre sueños escucha el silbido característico de Chuyuk en la calle cerca de su ventana, sale haciéndole una seña y le dice que ya lo escuchó, que tenía que guardar silencio y que le espere en la esquina de la iglesia el cual es comprendido inmediatamente por su “yunta” y se aleja del lugar a esperar su salida.

 Raúl se viste en la oscuridad comienza a dar los primeros paso nerviosamente sin hacer ruido y lo peor es adivinar cuales son las tablas que rechinan para no pisarlos caminando a tientas hasta que logra salir del cuarto baja la escalera y se dirige sigilosamente al dormitorio de Manzueto pues tenía que sacar las llaves de la tienda que su viejito siempre lo tenía colgado cerca de su cama cuando descansaba el cual logra agarrar y sale lentamente hacia la calle a encontrarse con Chuyuk que ya desesperaba con tanto frio de la madrugada se dirigen a la tienda el cual abren y sacan cuatro botellas de “Vermouth”,un par de latas de atún y galletas para el viaje y le dice que lo espere con las provisiones en una de las calles que van a la laguna, que él tenía que ensillar el caballo, alistar los burros y que no tardaría mucho, volviendo Raúl a su casa apresuradamente a poner las llaves en su lugar antes de que sea descubierto por tal osadía.

 Resuelto todas las dificultades presentadas, Raúl sube sigilosamente a su dormitorio y ya dentro de la habitación hace ruido para que si sus viejitos cuando lo sientan crean que recién se está levantando el cual le da resultado pues escucha que su mama le dice:

- ¡Raúl! ¡No te vayas a ir todavía que me voy a levantar a prepárate tu desayuno!
- a lo que Raúl responde: ¡no te preocupes mama sigue descansando!

 Presuroso ensilla el caballo y los burros, y se despide ¡ya vuelvo mama! Y sale en busca de Chuyuk
Logrando encontrarlo donde habían acordado siendo recibido con una botella de “Vermouth” abierta pues estaba bebiendo ya para mitigar el frio y le dice que monte uno de los burros y parten camino hacia la puna.

 El alba del nuevo día comienza a llegar y ellos lentamente van ascendiendo por los caminos estrechos de nuestra hermosa serranía comentando los hechos ocurridos recientemente entre trago y trago de “vermouth” comentando Raúl por ejemplo que Rudy estaba templado de su hermana Rosa que al parecer no era correspondido y así muchos comentarios más amenizado con risas al acordarse de muchas anécdotas, además de estar más alegres al compás de los sorbos de licor ingeridos que a pesar del intenso frio comenzaban a sentir sus efectos.

 Han transcurrido unas tres horas de lento caminar ya es media mañana todo el panorama por estos lares se encuentra nublado cuando Chuyuk medio perdido en el tiempo y lugar pues no lograba ubicarse bien pregunta:

-¿Y hasta donde vamos a seguir caminando she?
-¿Ves esas chozas allá en esa pampa rodeado de chacras de papa?
-Sí, le responde pues hasta allí tenemos que ir por los sacos de papa le dice
-bien entonces estamos cerca y esto merece un trago ¡carajo! Comenta Chuyuk
 
Se habían bebido dos botellas del “vermouth” que traían y se encontraban “entonados “ Raúl  que cabalgaba el caballo se acerca hasta las viviendas y como buen hijo del patrón pregunta en el portón hecho rústicamente por Crescencio y una voz del interior contesta:

-¡Ya sale niño Raúl!
En efecto sale Crecencio dando la bienvenida estrechándole las manos con bastante afecto, escena que era observada por Chuyuk montado él en uno de los burros imaginándose ver a Raúl como Don Quijote y él ser su fiel acompañante.
 
Después de los saludos respectivos Crecencio se puso a cargar los sacos a los burros asegurándolos bien para que no tengan problemas en el camino de vuelta a lo que Raúl en agradecimiento le invito unos tragos de la tercera botella de “vermouth” y se despidió indicando a Chuyuk que tenían que empezar el camino de regreso antes que comience a llover y se echaron a caminar lentamente la vuelta hacia Corongo.
 
Transcurrido ya un buen tiempo al  bajar por el camino llegan a una explanada y en medio de ella se encontraba un borrego solo y abandonado en la soledad de la puna sin que algún pastor lo cuide a lo que Chuyuk dice:

-She mira ese borrego está perdido no hay quien lo esté vigilando a varios kilómetros de distancia
-¡Creo que no hay nadie más que nosotros para cuidarlo she!
-¡Claro! She anda y ¡tráelo!
-Sí, lo voy a traer y enrumbó con dirección al carnero lo cogió y se lo puso al cuello, empezando a caminar junto a los burros cuando transcurrido unos minutos de avanzar lentamente por el camino comienza a gritar:

- ¡Achachay! ¡Carajo! ¡Achachay! ¡Me pica todo el cuerpo carajo! Gritaba Chuyuk
-Raúl le dice: ¡suelta ese carnero she! ¡Seguro que está lleno de garrapatas carajo!

Haciendo de inmediato caso a las indicaciones suelta al animal y se comienza a sacar el poncho desesperadamente luego la ropa que llevaba puesto hasta quedar desnudo rascándose violentamente por todo el cuerpo pasándole en un instante la borrachera que llevaba encima hasta que fue aliviándose de su tormento causado por las garrapatas ,una vez calmado ya se volvió a vestir apresuradamente ya que el frío era insoportable y le pidió la botella a Raúl para recuperar energías con un buen sorbo de trago.

Raúl canchero en situaciones imprevisibles le dice: Vamos a amarrarlo encima de los sacos de papa al carnero porque tenemos que preparar un festín con todos los muchachos esta noche yo sé que se van a alegrar con nuestra propuesta.

 Llegaron a la ciudad al promediar las cuatro de la tarde y dejaron encargado a la presa a la entrada para que nadie se atreva hacer algún comentario, descargaron los sacos de papa cumpliendo con el encargo de Manzueto se asearon y fueron en busca de los amigos más allegados para invitarlos a una cena por la faena realizada.

Se mandó a preparar el carnero y se roció las gargantas con abundante trago en medio de la alegría que nos da la vida en nuestra adolescencia.

Raul Garay Armijo
 
Articulo de Samuel Nieves Reyes

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