Dias de fiesta...

Han llegado ya los primeros días de junio el ánimo de la gente comienza a cambiar más aun cuando empiezan a llegar los coronguinos que residen en las grandes ciudades de la costa preparándose para pasar la fiestas de San Pedro, los ómnibus de pasajeros llegan desde Yungaypampa muchos de ellos de empresas de transporte que no es la ruta habitual, con mayor frecuencia  repletos de viajeros que con su llegada en la plaza ha cambiado totalmente con un intenso movimiento de gente ansiosa en recibir a los familiares y amigos que llegan para celebrar la fiesta patronal.

Muchas veces el comportamiento de las amistades comienza a cambiar por la preferencia en atenciones que se le da a los visitantes principalmente por las chicas para con los muchachos originando casi siempre un conflicto de celos por parte del sufrido enamorado que es marginado de las atenciones de la amada…

- Nos vemos mi amor a la hora de siempre

- No creo que pueda verte hoy porque ha llegado de Lima mi primo y mi mama dice que tengo que acompañarlo después de la cena a dar una vuelta por la plaza

- ¿Pero si puede salir el solo a pasear?

-No, no conoce las calles ni a la gente por eso  lo voy a acompañar yo…
Desconcertado el pretendiente no le queda otra cosa que emprender la retirada mordiendo la rabia de los celos que le queman el alma, caminando lentamente por las oscuras calles empedradas en busca de encontrar algún amigo para contarle lo que le acaba de suceder.

Llega a la plaza de armas desconcertado por el desplante,  ve que en una de las bancas charlan alegremente el grupo de amigos que esperaba ver para contarles el desaire que acababa de recibir, estos que se encontraban comentando por las novedades de los llegados y de los preparativos de las fiestas y el dolido enamorado no tiene el valor de comentarles por las burlas que pueda originar el mal momento que esta pasando, transcurren algunos minutos y se da con la sorpresa de que no era el único en esta situación amorosa porque Félix no soporta más y dice en forma de queja:

-Oe she fui a ver a Mirtha y me ha dicho que no podre verla porque está  muy ocupada con la visita que le ha llegado de Lima

-Seguro que si interviene Raúl, lo he visto bien acaramelada en la puerta de su casa con unos patas que han llegado  dice

-Si she acota Edwin, tenemos que hacer algo porque no es posible que nuestras “costillas” le den preferencia a los “limeñitos”. 
Efectivamente casi todos los muchachos tenían algún comentario por el trato recibido de parte de las enamoradas, que con la llegada de las fiestas se había alterado las casi perfectas relaciones que existían hasta hacia poco tiempo.

Propone por ahí uno de los más “perjudicados” ir en busca de los intrusos y darles unos escarmientos “para que enteren de nuestra existencia she” moción que la mayoría aprueba pero que es desechada por los problemas en que nos podemos meter en plena fiesta she, dice el más experimentado.

Ha comenzado la fiesta  la gente disfruta alegremente al compás de la tonada compuesta en honor del juez de aguas interpretado por la banda de músicos venidos desde el lejano Santiago de Chuco la algarabía es general los muchachos que todavía no “tienen ciudadanía” para participar oficialmente del jolgorio esperan que llegue la noche para salir a disfrutar de ella.

Se ha olvidado momentáneamente las desavenencias amorosas los muchachos se agrupan para brindar algunas copas a escondidas en algún rincón  oscuro de la plaza luego de hacer una “chanchita” para comprar un ron Cartavio y también unirse a la alegría contagiante de los mayores.
Hace su aparición los bailarines que acompañan al juez de aguas acompañado por el tronar de los cohetes lanzados al aire y explosionan en el cielo oscuro iluminado por el resplandor de la luna que a veces se oculta en las esporádicas nubes del verano andino.  

Con toda la fuerza de sus pulmones los músicos hacen sonar sus instrumentos para deleite de los danzantes que embriagados de licor las parejas no sienten cansancio alguno y como es costumbre en estas fiestas la dama lleva su botella de licor en la mano para brindar con todos los amigos y  conocidos.

Los muchachos también ya con algunos tragos encima y agotado el ron Cartavio, salen del oscuro rincón de la plaza y acuerdan infiltrarse en la muchedumbre danzante para “tomar” alguna botella de alguna pareja distraída, si es trago fino mucho mejor para luego pegar la carrera con la botella  con dirección al rió donde brindan con el licor ajeno, acción que volverán a repetir cuando se acabe el líquido embriagante de la botella.

Han quedado totalmente ebrios, etapa en que llegan los recuerdos y en este estado se agudizan los sentimientos y llegan los lamentos y lágrimas al  recordaran los desplantes hechos por la enamorada. Muchos de ellos se habían hechos ilusiones y esperaban bailar del brazo de ella al compás de la tonada interpretado por la banda para esta ocasión. 

Solo queda esperar que terminada la fiesta todo vuelva a la normalidad de los días para bien y la tranquilidad del corazón. 

Seguramente volverá la amada y con una dulce sonrisa conquistara nuevamente el corazón herido de muchos de los dolidos adolescentes que no le quedara otra que también sonreirá y se habrá olvidado los desplantes sufridos en esta inolvidable fiesta de junio.






Por: Samuel Nieves Reyes

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