Tiempos de colegial (Parte I)

Han comenzado las clases en el primer año de secundaria, hemos ingresado al segundo nivel educativo como estudiantes, de ahora en adelante se usara el uniforme caqui con corbata, cristina y nuestro primer galón rojo en las hombreras de la camisa con la insignia del colegio en la manga, los zapatos lustrados y relucientes “como un espejo” que eran las directivas impuestas por el auxiliar del colegio como bienvenida. Este nuevo status estudiantil nos emociona gratamente.

Nuestro salón de clases es el más numeroso y bullicioso de todo el colegio Nacional Mixto San Pedro de Corongo, cincuenta y tantos alumnos aproximadamente venidos de diferentes lugares de la provincia, menuda carga de control de la disciplina, más aun cuando tarda en llegar el profesor a dictar la clase del curso de la siguiente hora.

Los amigos de promoción de la escuela de primaria buscamos  ubicarnos en las carpetas que por supuesto será de la mitad del salón para atrás, lejos del escritorio del profesor, pues así será mejor para la tranquilidad de él y de nosotros que es un decir porque casi siempre nos pillan haciendo una travesura que al final de la tarde seremos retenidos una hora después de las cinco por indisciplinados, parados en el patio para que todos vean y sirva de ejemplo para los demás y sepan que nuestra hora de salida ha sido retrasada.
Las compañeras que salen a casa ya, se apiadan y escuchamos su solidaridad en vos baja para con nosotros. Hoy haremos la promesa de portarnos mejor al día siguiente para evitar esta  “ejemplar” exposición.

Alguno de los alumnos de los años superiores que sobresalen por su especial personalidad nos servirán de ejemplo a imitar, nos llama la atención sus formas de sus el uniformes con cierta elegancia, con las líneas del planchado bien definidas. Averiguaremos el porqué de sus cabellos siempre lucen bien peinados o con que “jabón perfumado” se asean que siempre huelen bien, que alguna compañera nos da la respuesta a nuestra inquieta curiosidad comentándonos que usan brillantina GLOSTORA para fijar el peinado del cabello y para después del afeitado refrescan la piel con loción AGUA VELBA que tomaremos en cuenta rápidamente e iremos en busca de esos productos a la tienda de Manuel Armijo porque no podemos quedar atrás aunque no nos afeitemos aún, eso no será motivo para no usar ya esa loción, nuestro entusiasmo crese más cuando nos enteramos que a las compañeras les agrada la fragancia de las colonias, creo que estamos despertando a  las vanidades de la vida pese a nuestra temprana edad.

En las horas de recreo en el canchón para tal fin, husmeamos amenas conversaciones de los alumnos mayores con aventuras amorosas que narra alguno de ellos y que seguramente lo hace para impresionar a los otros por la disputa que tienen en conquistar a las chicas más hermosas del colegio, alardean sus fantasiosos sueños y es más que seguro que ellas no se han enterado que “tienen” enamorado ya. 

Transcurren los días y entramos a las primeras evaluaciones de los cursos que llevamos, algún compañero con cierta experiencia por ser repitente del año nos comenta que a pesar que estudia  “tiene problemas para resolver el examen” así que tendrá que hacerse un diminuto “acordeón” de papel para sintetizar allí lo más saltante del  cuaderno del curso que le servirá de “apoyo” en la hora de la evaluación. Lido Vidal colegial “colorado el” de ojos claros que según comentan parece ser “hijo de hacendado” calzado con botas camperas, vivaracho y de rapidez mental para salir de situaciones inesperadas le puso como chapa “el músico” porque  su “acordeón” y que a su vez “Neto” Pinedo le pone a él como sobrenombre “barajo” Vidal por la habilidad de salir de situaciones embarazosas cuando el profesor lo encuentra distraído en alguna charla amena en plena clase.

La formación impartida en casa por nuestros padres hará que tomemos con entusiasmo contagiante esta nueva etapa formativa ávidos de aprender los nuevos cursos que nos dictan, pero que casi siempre perderemos la atención a la exposición del profesor por la ocurrencia de algún compañero y que nos descubrirá celebrándolo con mucho fervor y será motivo para una pregunta por parte de el sobre el tema de su clase, que no sabremos responder dando pie para una recriminación publica y ante la mirada de todos nos hace recordar hasta de la honorabilidad de nuestro progenitor que no lo sabemos “llevar como él se merece”. Menudo problema en que nos hemos metido, peor aun cuando nos ofrece ponernos un cero en conducta en su registro de calificaciones por nuestro “notable” comportamiento  al  final del trimestre.


Las nuevas compañeras muchas de ellas venidas de los distritos que conforman la provincia y que están alojadas en casas de familia, dejaran la timidez de los primeros días y comienzan a hacer amistades que luego pasaran a ser ilusiones con algún compañero “guapo” y que al enterarse de algún comentario sobre ese “tema” negaran aquellas afirmaciones, aunque a algunas quisieran que sea realidad en su intimidad, pues hace rato que le han hecho algunas miradas inquisidoras y procuran que nadie se entere de esa adolecente inquietud.

Los lunes de cada semana a primera hora es la formación de todo el alumnado por secciones, se entonara el himno Nacional bajo la atenta mirada de las autoridades educativas en general y en el control disciplinario del brigadier del aula que es un alumno del quinto año que no dejara de echar una mirada a la formación porque ya sabe que en la sección nuestra en cualquier momento puede salirse de su control si se descuida y quedar en aprietos por algún ocurrente compañero “inspirado” con algún comentario,  que desatara una risa reprimida de los “educandos” y dará origen a un murmullo general del resto de las secciones, por la atrevida “osadía” de los cachimbos.
En horas de la clase de matemáticas antes del ingreso del profesor a cargo se entablaran algunos comentarios apocalípticos de la dificultad de dicho curso por compañeros que tienen hermanos mayores en años adelantados y le dejaron como herencia el libro de Aurelio Baldor matemático cubano cuya recomendación para adquirirlo es hecha, pues será de mucha utilidad y que no todos tienen esa posibilidad de adquirirlo por la estreches económica que se vive en casa.

El profesor del curso es Sr. JuliánVigo joven educador de gruesos lentes, de personalidad dura y seria dará motivo a un absoluto silencio cuando haga su aparición en la puerta del aula y que algún compañero ha dado ya la voz de alarma ante su cercanía por los pasadizos del patio desde su privilegiada posición junto a la ventana del salón de clases.

Luego de su exposición del curso dejara como tarea para resolver en casa los problemas “de la página tal... del numero tanto hasta el numero….” del libro de algebra de Baldor para la próxima clase. Pocos son los que muestran un algún entusiasmo, pues más son los comentarios de  “lo difíciles que son para resolver los problemas de Baldor she” generalizándose así el temor por dicho curso, que tendrán que hacer cada uno los mejores esfuerzos para superar los problemas de aprendizaje pues en las primeras evaluaciones no son nada alentadoras.

La entusiasmada avidez por la asistencia diaria al colegio se incrementa más porque el negro Matos trae un encargo personal hecho por una compañera de otro salón cuando dice:
-       “oe” she:  Nancy manda saludos para ti…
¿Saludos?....
¿Cómo se toma ese cumplido? Si todavía se anda pensando en que llegue la hora de salida para ir corriendo a casa para sacar el “jeep” de madera que hemos construido para jugar en la vereda de la calle “montado” en ella con los amigos del barrio de San Cristobal.

                                                                 Continuará…..

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1 Comments

  1. Gracias, muchas gracias por la referencia... aunque faltan algunos nombres,... resultaría más sustanciosa la narración... Me reservo los comentarios de reciprocidad y para mejorar la redacción.... Espero para leer los que "continuará"

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