I Festival Ecoturistico Pojoj 2021

La Asociación Cultural y Turismo de la Provincia de Corongo, una entidad formada por los hijos representativos de la provincia e integrada por residentes y los no residentes coronguino, pero que. con su activa participación en la organización formada hicieron un auspicioso debut querencial, en octubre a la amada tierra. que los vio nacer.

Esta, es, una gran iniciativa organizacional de la joven entidad para poner en valor actuales, las, atracciones turísticas que se tienen en la provincia.

Años atrás al inicio de la organización venida seguramente en la mente de Hugo Carranza, un, trotamundos vuelto a la madre tierra que las comenzó a cuajar en ideas, seguramente traídas a la memoria de sus vivencias experimentadas en su largo andar, por los países del extranjeros, en medio de sus soledades de las noches, talvez frías, pero abrigadas de los recuerdos vividos en los tiempos pasados de el en los trópicos de sus residencias  momentáneas de sus años de actividad laboral por esos países, le, impulsaban a decirlo a todos lo que quisieran apoyarlo, a, hacerlo realidad algún día, en su querido Corongo.

Y seguramente se preguntaba tambien, del, haber visto y palpado que los principales sustentos económicos de aquellos, ahora, lejanos lugares para, él, eran mayoritariamente los ingresos que les dejaban las actividades turísticas que desarrollaban, allí.

Se preguntaba ¿Por qué no hacer de la provincia de Corongo una zona de turismo, para, los que lo quieran visitar?

Y así, poco, a poco, con mucho trabajo de convencimiento para los incrédulos, lo fue haciendo hasta que al fin cuajo la iniciativa en todos los que ahora le rodean y se dieron los primeros pasos para concretizar la puesta en valor de los inventarios, turísticos coronguinos.

Y así llegaron hasta la organización del:

I Festival Ecoturístico Pojoj 2021.-  

Se propagandiso y difundió en los mejores medios de la modernidad tecnológica del momento, después, de haber hechos tambien las coordinaciones del soporte logístico necesario para recibir a los que vendrían, como alojamientos, movilidades y alimentación que se requieran ser atendidos con la máxima hospitalidad posible para recibir a los que llegasen a dicha cita.

Un momento resaltante, si se le puede llamar así, es el hecho que se viene saliendo de a pocos de cerca de dos años de aislamiento y cuidado sanitario por la feroz pandemia mundial, que sufre la humanidad en el siglo presente.

Y muchos residentes foráneos coronguinos, que, seguimos desde nuestros lejanos refugios sanitarios residenciales nos entusiasmamos en partir hacia allá, para ser partícipes de esta nueva cita con nuestros recuerdos de vida que guardamos siempre, y, vemos en esta actividad, la gran oportunidad de la excusa perfecta para huir de esta, monótona rutina estresante capitalina, estaba dada.  

Y así llegamos a la mañana del 09 de octubre del 2021. Levantados bien tempranito para desayunar con tiempo y dirigirnos a la plaza a tomar nuestro asiento reservado desde semanas antes, en una previsión hecha con mucha anticipación vía wasap desde Lima en el “Cerreñito” que de paso contamos que nos sirvió de mucho haberla hecho así, porque, días antes de esta fecha ya no había un asiento más en venta, en ninguno de los cuatro buses que subirían a las lagunas de Pojoj, muy aparte, de la movilización hecha en algunos vehículos, menores, que tambien se preparaban para subir con todos los que pudieran llevar.

La verdad que en esa mañana la gran cantidad de gente ansiosa de instalarse en sus movilidades reservadas para ese servicio, me hacían recordar, la presencia masiva de gentes ahí, como en las de las fiestas, de junio.

Había amanecido el día algo nublado pues es la época estacional pre invierno, nublosa, que nunca nos dejó ver al Champara en el fondo azul de las montañas que la albergan desde los días previos, en que, llegamos.

Pues estamos en octubre ya los días soleados coronguinos se fueron y son las esporádicas lluvias de momentos las que invaden los cielos y mojan las calles. Así que no teníamos que reclamarle a San Pedro nada, por tales momentos climáticos.

Más bien era la preocupación de los organizadores de saberse que si así estaba, por allí abajo, como estaría en la puna del Tuctubamba coronguino.

Seguramente nevando decían algunos.

Otros: Está lloviendo mucho por allí.

8 am…Partimos rumbo a Pojoj.

Hoy para mí, que, me siento, en cada minuto que pasa, en una ansiedad indescriptible de volver a ver, a vivir y a sentir el recorrer nuevamente los caminos que los anduve la última vez a lomo de un burrito, medio siglo atrás, me, llenaban de nostalgias el saberme que nuestros tiempos de juventud se fueron y que sabemos tambien que jamás volverán. Pero hoy estamos aquí nuevamente para hacernos jóvenes otra vez, en nuestros adentros y engrandecernos recordando aquellas nuestras aventuras, vividas, en el ayer.

Llegamos a la Nueva Victoria, no lo reconozco ya, tal, como lo guardo en mis memorias, no, me ubico en mi tiempo espacio histórico diría un político del ayer, ya, todo ha cambiado igual que Ñahuin, desde donde la carretera después de pasar la zona urbana comienza a hacer un alto asenso la carretera afirmada y estrecha, que sube en un no contados zigzag, hasta alcanzar las alturas del Tuctubamba después de Arena Blanca en el camino de herradura que va a Tauca, según mis recuerdos, me los van, visualizando.

En estas alturas las faldas que caen a los barrancos del callejón del rio Corongo, se ve poblada de pinos, muy hermosas, plantaciones verdes oscuros frescos, que le han cambiado el panorama de sus alturas, sumándose a ser los nuevos atractivos, que se pueden mostrar a los visitantes por ahí, como yo ahora, que nunca antes lo hubo, cuando algunas veces las recorrimos.

Pero tambien hay una triste realidad que se ve hoy allí. Lo quiero decir con todas sus letras aquí, por, la indignación que siento de la maldad de algunos mal nacidos, se hacen presentes aquí, pues vemos con asombro en unos grandes espacios de esos árboles, de pino, secos, de un color teja y que yo pensaba que las heladas los habían afectado, hasta que un amable pasajero, al escuchar mi comentario un poco inocentón, me dice, no es la helada, lo han quemado.

Mira para allá, mira como toda la falda esta negra por la acción del fuego provocado.

Efectivamente, grandes extensiones de las altas faldas lucen negras y con tallos de pino a montones erguidos como únicos testigos estáticos e inertes que quedan allí, clamando justicia por tal arbolicidio, hecho.

Que maldad.

Que crimen sin nombre.

¿Acaso hay algún sujeto o sujetos libres y campantes que anden sueltos de huesos entre nosotros, capaces de hacer semejante daño y no ser puestos en cárcel por las autoridades al identificarlos, hasta ahora aun?

Después, del mal rato pasado el bus logra coronar la explanada del Tuctubamba y entra a la zona de las lagunas de Pojoj, por una entrada hacia la izquierda de su ubicación viniendo de sur a norte, lejos, por donde baja el drenaje de las aguas de las lagunas, que dan origen al rio Corongo.

Claro que la carretera que nos lleva hacia allí, está hecha para unir Corongo con Cabana y desde ahí, se aprovechó en hacer una corta trocha hacia las lagunas, la, cual recorrimos a pie desde donde la vía a Cabana, les sirve de estacionamiento a las caravanas de buses llegados.

A todo esto, el tiempo transcurrido desde Corongo hasta allí, es un aproximado de una hora y treinta minutos +/-.

Para beneplácito nuestro y de toda la gente que va llegando hasta allí, el día, se muestra nada hostil, a pesar de los 4,500 mts sobre el nivel del mar, en que nos encontramos.

No hace tanto frio en este día.

No veo gentes quejándose de haber cogido el soroche, a pesar, que tambien hay muchos niños corriendo por ahí, que participan de la actividad.

Se puede caminar con facilidad en plena puna, no corren hoy los vientos helados de antaño.

¿Serán las señas de los nuevos tiempos de la humanidad o del cambio climático que sufre nuestro hogar espacial y que tambien, llego, para allí, tambien?  Yo creo que sí.

Ahora, siento yo, que las alturas del Tuctubamba, se han vuelto más amigables para los que las andan, que, antes.

Caminamos más o menos un kilómetro de trocha afirmada y llegamos a la laguna macho, donde habían hecho las instalaciones provisionales para recibir a todos los visitantes que llegaban, en tropeles.

Allí, bajo las cubiertas de plásticos para evitar la lluvia, si así esta, se presentara al borde de la salida de la laguna, dejaban escapar por encima de ellos los humos azules de los leños en combustión que dan los fuegos necesarios, para que las ollas y demás utensilios de cocinas cuecen los picantes de cuyes, los chicharrones de chancho, los tamales, los caldos de cabeza o de gallina y todos los manjares de nuestras tierras, que preparaban la comisión de damas de Ñahuin, según me comentaron.

En un momento más, me cruce con Coquí Trebejo y muy entusiasmado me comento que la comisión encargada de la organización del evento, se daría por satisfactoria si al menos llegasen unos cincuenta visitantes…

¡Mira parece que somos unos trescientos!

Me dice…

Yo creo que así es Coquí. Vale lo hecho hoy.

En la laguna estaba el muelle construido para la actividad y que era el embarcadero para los que quisieran internarse en los kayaks, que se hacían a la laguna, para, un recorrido vivencial de una nueva aventura en ella. Había una cola de espera para lograr, tal privilegio.

En una explanada asentada con arena hicieron su aparición una cuadrilla de bellas pallas, al son de los chirocos, para rendirle honores a la laguna macho, por, dejar que se realice en sus bordes, esta anhelada actividad vivencial.

Tambien saltaron a la arena los Shajshas, que, con sus vigorosas danzas guerreras, que agradecían a la pacha mama al son de los golpes a los cueros de las cajas y sus silbidos de sus flautas las ofrendas musicales que le brindan a ella, en, una armonía casi espiritual de conjunción con esta bella, naturaleza andina. 

Quiero filmar, fotografiar, estos, históricos momentos y la gente que rodea las presentaciones, me, limitan en mi accionar.

Al, promediar el medio día se escucha por los parlantes anunciar que por el camino de herradura que llega hasta la laguna macho, tambien llega el gran Tavo Lora, piloteando a un grupo de atrevidos caminantes de a pie, salidos, desde Corongo, en unas tres horas atrás de su cansada caminata de altura, portando una bandera peruana, pasa Tavo para colocarla sobre una pronunciada elevación natural de rocas, erguida, sobre la laguna, simbolizando, así, nuestra identidad nacional. Sobre ella.  

Todos y todas, disfrutan de la algarabía general, los niños y las niñas audaces, hacen volar sus cometas, en, un disputado concurso para obtener el premio a la mejor actuación voladora.

A, mí no me dieron una.

En un momento me fui en soledad a recorrer al pie de donde estábamos, a la laguna hembra y por supuesto que tendría que ir a mi laguna chica, o la hija de ellas, más al pie aun, donde una vez, fui feliz, al pescar truchas, allí.

Sigue silenciosa y triste, por mi larga ausencia. Le prometí volver pronto y tambien llevar mis anzuelos para que nos demos unos nuevos, encuentros, como, solo nosotros sabemos darnos.

Tambien comenzó a chispear y se desato una corta lluvia que obligo a muchos a buscar refugio momentáneo, junto a las tullpas, de las cocinas.

Menos mal, que, no duro mucho. Los andes refugian a sus hijos, a veces.

Encontramos a los viejos amigos entre el gentío, como, Beto Antúnez y su señora, a, Juanito Lora, a, Juan Olivera que estaba jatipando la coca para saber cómo nos iría allí y tantos y buenos amigos como Freddy Sotomayor, Pepe Gutiérrez, Cesar Zúñiga y muchos mas que se me escapan por ahi y que me perdonen que no los ponga.

Luego, se desato el baile al son de los chirocos y nuestra gran amiga Diana Chereque, nos dio la satisfacción de ser nuestra pareja para una buena zapateadita, en plena puna, que no lo sentimos que nos afecte en nuestros pulmones, al final de ella.

Encontramos a Hugo Carranza, muy contento, haciendo firmar el libro de asistencia al evento…

Para que nos crean que estuvimos aquí…

Me dijo, que, gustosos firmamos tambien, en ella.

Llego las 4 pm, hora, del retorno a Corongo.

En principio la vuelta en el bus lo hacíamos en tranquilidad, la bajada, hasta que en un trecho nos detuvimos en fila todos los vehículos que transitaban por ahí.

El bus de Fama Tours que encabezaba la caravana, estaba detenido, adelante.

La carretera en esa parte es arcillosa y este vehículo comenzó a resbalarse de ruedas, delanteras, como si fuesen sobre un jabón y tuvieron que hacer lentas maniobras de conducción para seguir bajando, ante, un inminente peligro de desbarrancarse.

Me comentaron que cuando se construyó esta carretera, el trazo inicial, no era por esos lugares arcillosos y que ese era un problema constante.

Si así se puso, sin haber llovido torrencialmente, imagínense cuando esto, suceda.

No es transitable así.

Tienen que solucionar ese inminente peligro vial.

En síntesis, para terminar:

Este primer festival realizado ha demostrado que, si se puede hacer las cosas bien, cuando, hay sincera unión.

No se debe permitir la politización de estas actividades.

Que sepa nunca escuche que la alcaldía estuviera presente allí. Parece que no le dieron paso al protagonismo político interesado, que seguramente quisieron hacer.

Tienen que hacer esta, actividad turística masiva, en los días del verano andino.

Creo que la Asociación Cultural y Turismo de la Provincia de Corongo hizo de este día un gran día memorable, que las generaciones futuras, sabrán aprovechar.

Gano Ñahuin, sus gentes y sus manjares preparados.

Hacer patria chica, es hacer una patria grande, tambien.





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