LA SEMANA SANTA EN CORONGO

La semana Santa es celebrada en Corongo en forma muy peculiar, demostrando así que es un pueblo netamente católico, en cuyos actos religiosos se nota una concurrencia general, llenos de fe y devoción cristiana, hay recogimiento y comunión de casi toda la comunidad católica de la ciudad. Intervienen en estos actos celebratorios los Jueces de Agua y la "Hermandad del Viernes Santo".
Empieza anteladamente, los cinco primeros domingos de cuaresma, que son Tentación, Cananeo, Samaritana, Cincopán y Lázaro; los Jueces de Agua y sus "campos" por turnos, a partir de las cuatro de la tarde sacan en procesión por el perímetro de la plaza, la imagen de Cristo Crucificado, para ello todas las chicas coronguinas colaboran con una canasta de pétalos de flores, las que el "muñidor" va echando al suelo delante del anda en su recorrido de la procesión. El sacerdote reza en cada esquina de la plaza, acompañado de los fieles que asisten a este acto.

El Domingo de Ramos, los Jueces de Agua y los “campos” toman parte activa para realizar la procesión. Mandan traer abundantes cargas de laurel desde Chalán, Huayu o Pispal, que el Párroco los bendice en la misa de las once de la mañana, para luego los “campos” repartirlos antes de la procesión. Esta empieza desde el Arco en el barrio de Dos de Mayo, la borrica que conduce a Cristo es sujeta de la brida por el Sub Prefecto y el Presidente de la Hermandad del Viernes santo, en tanto el Alcalde Provincial jala de la soga de la jáquima. Los palos del Palio son portados por los socios de la Hermandad y por los Jueces de Agua que se van turnando a lo largo de su recorrido por los jirones Lima, Amargura, Independencia, Ucayali, nuevamente Lima, llegando a la Plaza para entrar finalmente al templo, seguido todo el trayecto por un mar humano.

Entre el Lunes y Martes Santo, los Jueces de Agua en sus respectivas casas hacen preparar abundantes dulces de higos, bizcochos y panes, los que invitan, acto que se conoce como “colación”, a los “palios” y los socios de la Hermandad del Viernes Santo, quienes retribuirán cargando las andas en las procesiones del Jueves y Viernes Santos. Para la “colación” es tradicional en esos días ver por las calles de Corongo a las esposas de los “campos” recorrer muy presurosas llevando consigo en una mano un pocillo lleno de dulce de higos y en la otra un plato conteniendo el pan y el bizcocho, cubriendo con una servilleta blanca de damasco, hacia el domicilio de los elegidos.

El Jueves Santo, uno de los Jueces de Agua, pues al otro le toca el Viernes Santo, le corresponde arreglar las andas de Jesús el nazareno y de la Virgen, para ello los “campos” llevan palos, maguey, carrizos, sogas y pitas. Desde las primeras horas de la mañana empiezan a amarrar en las andas los palos y los carrizos dándole el aspecto de un barco. En la tarde después de la misa el Juez de Agua pone los adornos de manufactura china o japonesa que consiste en farolillos y colgantes, que le dan aspecto vistoso y “sui generis”, además se coloca en las andas las velas.

A las 8 de la noche el Juez de Agua y su esposa portando los guiones acompañado de los “campos” y “palios” se dirigen al templo con la banda de músicos. Luego se da inicio a la procesión sale el anda de Jesús El Nazareno en hombros de los hermanos del Viernes Santo, que visten un alba blanca y una almohada en el hombro y la preside el párroco; y con sus respectivos guiones el Juez de Aguas y todos los “campos”, unos metros mas atrás el anda de la Virgen que preside la esposa del juez de Aguas con su guión y la acompañan las señoras del otro Juez de Aguas y de los “campos”.

Los músicos ejecutan una marcha religiosa que permite a los cargadores llevar un paso uniforme. En la noche el anda, iluminado por los colores vivos de los adornos, parece un barco larguísimo que avanza lentamente, inclinándose ligeramente a ambos costados.
Delante de la Virgen, va cantando un grupo de viejecitas y respondiendo en los coros las mujeres que acompañan con ceras y velas. La procesión recorre la “calle grande” (Jirones: Lima, Amargura, Independencia, Ucayali, nuevamente Lima y tres calles de la plaza) y entrando finalmente al templo. Esto termina cerca de las doce de la noche. El Juez con sus “campos” y los “palios” se retiran a la casa del primero para tomar café, van acompañados al son de una marcha que interpretan los músicos.

El Viernes Santo, los ritos comienzan a las tres de la tarde con la media misa, después de la cual los socios de la Hermandad del Viernes Santo, sacan al señor de su “urna” que tiene en el templo para crucificarlo en el “monte calvario”, después se hace guardia por turno hasta las siete de la noche, en tanto el Párroco hace la interpretación de las siete palabras, posteriormente los Hermanos colocan al Cristo Yacente en el anda del Santo Sepulcro.

Por otro lado, el Juez de Aguas de turno, se encarga de armar el anda del Santo Sepulcro al que luego lo adorna al igual que a las otras andas del Monte Calvario y de la Virgen con los farolitos plegables, papeles de distención y colgantes.

A las ocho de la noche se presenta al templo el Juez de Aguas y su esposa con sus respectivos guiones, acompañados de los “palios” que cargarán las andas del Monte Calvario y de la Virgen. Para las dos procesiones los “palios” se visten con el alba y una camisa blanca, corbata negra y la cabeza amarrada con un paño blanco.

Es de advertir que las andas, llevan cada una cuatro “macetas” enormes, confeccionadas por los “Mayorales” a base de cartuchos y margaritas, rematando como penachos las ramas verdes del romero. En seguida sale la procesión, adelante del anda del Monte Calvario cargado por los “palios” seguido por el Santo Sepulcro en hombros de los socios de la Hermandad del viernes santo, unos metros mas atrás el anda de la Virgen, al igual que el día anterior, recorriendo las calles citadas ya y terminan también mas o menos a las doce de la noche. En esta procesión algunos párrocos acostumbraban a rezar responsos a petición de los deudos.

El Domingo de Pascua se inicia con una misa de gloria, para sacar después en Procesión a las imágenes del Señor de la Resurrección y de la Virgen Dolorosa, que son conducidos en sentido contrario para encontrarse en el puente.

Aquí los fieles presencian el sentimental encuentro de la Virgen con su hijo, que consiste en avances y retrocesos que realiza la Virgen a manera de saludo jubiloso; para lo cual usan de un mecanismo a base de sogas, tirando por dos hombres posesionados debajo del anda y luego ambos uno tras otro continúan la procesión hasta entrar al templo.

Los Jueces de Agua organizan sus almuerzos campestres invitando a los “campos” con sus familiares, retornando a la ciudad, alegres con choclos en mano y bailando por las principales calles de la ciudad terminan do en la casa del Juez, según el cariño con que son atendidos, se prolonga hasta altas horas de la noche.

Para mayores detalles, puede ver el album fotografico haciendo click aquí.

Artículo recopilado de "Los Jueces de Agua de Corongo", escrito por Julio Collazos Romero en "Tradiciones Coronguinas" Serie 01. Editado e impreso por Prensa Ancashina.

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2 Comments

  1. Excelente articulo. OK

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  2. Hola, muy interesante el post, muchos saludos desde Panama!

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