Shapra "VARGAS"

Un emblemático personaje que en tiempos de juventud vino a la capital de la republica a estudiar ebanistería en el SENATI instituto educativo de mando medio como becario de la institución según recuerda Gilbert Collazos que además era vecino suyo y que en nuestra niñez lo visitábamos frecuentemente en su taller del barrio Dos de Mayo para pedirle que fabrique las ruedas y demás piezas para el “jeep” de madera que construimos tal como indicaban los planos de la revista Mecánica Popular que le robaba a mi abuelo en Cabana para pasear en la vereda de nuestra calle y que él siempre estaba presto a complacerme seguramente pienso yo que lo hacía también porque todavía se sentía niño y que cuando estudio en Lima pudo haber visto los originales juguetes de fábrica que nunca pudo tenerlo, por esos se entusiasmaba en hacerlos dejando a veces a un lado los trabajos pendientes que cumplir.

Al lado izquiero Samuel Reyes (autor de la nota) y a la derecha Ricardo Vargas "Shapra"
Su taller técnicamente implementado con una sierra de disco a motor de petróleo y demás complementos era lo más moderno para los trabajos de carpintería de esa época en Corongo. Dicen la mayoría de los que lo conocen y tratan con el que su parquedad es alucinantemente fría, es un tipo de pocas a casi nada de palabras y que es muy difícil intentar entablar una amena conversación con él, comentan que cuando joven estaba aún su padre le pidió ir a su chacra de Turhuasi a hacer algunas reparaciones en la pirca que se había caído por el crudo invierno vivido y de paso ver los animales que criaba allí. Después de cumplir la tarea encomendada para emprender el regreso a casa al verificar la conformidad de los animales se percata que una joven ternera yacía tirada entre los matorrales al parecer recientemente muerta porque se conservaba integra aun. Llega a casa de su padre y al verlo le dice en un corto, cortante y parco monologo:

- Tu ternera se ha muerto.

No hubo un comentario alguno más y se fue.

Pasaron unos tres días un vecino que tenía una chacra también en Turhuasi junto a la de su Papá al ver volar a los gallinazos en círculos encima de su sembrío desde una lejana posición tuvo que bajar hacia ella para verificar la razón del lúgubre vuelo de las aves carroñeras, que por demás sabido es que la descomposición de algún animal muerto en desarrollo está, comprobando efectivamente que en la chacra de don Víctor “llullucho” Vargas había una ternera en descomposición emprendiendo la vuelta de acenso hacia Corongo y una vez llegado a la ciudad se dirige a casa de Llullucho para informarle de la mala noticia que llevaba, este al escucharlo recuerda que días atrás había mandado a su hijo Ricardo a reparar la pirca.

De inmediato se fue en busca de él para pedirle una explicación, porque según sus cálculos el debió de percatarse de la muerte del animal y además que si era de poco tiempo el deceso se puedo haber aprovechado la carne.

Al encontrarlo se entabló el siguiente dialogo:

- Ricardo ¿Por qué no me avisaste que la ternera se había muerto cuando volviste de Turhuasi?

Recibiendo como parca respuesta:

- Tu ternera está muerta… te dije.

Sin un mayor comentario que hacer siguió armando la puerta de madera que trabajaba.

Post a Comment

0 Comments